viernes, 18 de septiembre de 2009

jueves, 17 de septiembre de 2009

Así me la soñaba


El Carmen de Atrato, 21/03/07


Ana María:

Hoy al cumplir nueve añitos quiero decirte que cuando nacistes, fui el papá más feliz del mundo por se tú, mi tercer retoño y cumplirme dos sueños: completar los tres hijos que deseaba y ser padre de una niña despues de dos niños (Juan David y Yeison Andrés) que me hicieron igualmente dichoso.

Tú has sido alguien muy especial en mi vida y cuando a diario te repito: "Así me la soñaba", pienso en:
-La niña más dulce y tierna del mundo.
-La niña embelesada con sus juguetes y especialmente con sus muñecas.
-La niña que comparte su tiempo y sus juguetes con sus amiguitas, sin egoismos ni peleas.
-La niña consentida y admirada por su papá.
-La niña respetuosa y obediente con sus padres.
-La niña responsable y dedicada al estudio.
-La niña deportista que le encanta jugar basquet y montar en patines y en cicla.
-La niña que modela y muestra sus lindos atributos de mujer en capullo.
-La niña, que es un vivo y hermoso retrato de su madre, tanto física como espiritualmente.
-La niña que consiente y se deja consentir de sus padres, abuelos, tios y demás familiares.
-La niña que disfruta de los encuentros y paseos familiares.

-La niña que quiere a sus hermanos y los respeta con límites, porque cuando se siente agredida reclama y se hace respetar, en ocasiones de manera desmedida.


Por todo lo anterior, no me cansaré de decir que eres lo mejor que me ha pasado en mi vida y que si no hubieras nacido mujer, posiblemente no hubiera descubierto los valores de la ternura y la dulzura, representados en ti, mi niña Ana María.

Con sentimiento de un papá enamorado: ¡CUMPLEAÑOS FELIZ!

JUAN DE DIOS. Papá

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Mi sueño


"Cuando se sueña solo,

todo se queda en sueño;

cuando se sueña juntos,

comienza la realidad".

Canción brasilera


He tenido un sueño:



Ver crecer a mis hijos en un Carmen de Atrato mejor, en donde sus gentes procuren el bien común; en donde reine la equidad, la hermandad y la paz.



Este sueño se hará realidad, si todos y cada uno de los carmeleños nos comprometemos con su progreso en todos los campos y propendemos por un futuro promisorio. Debemos aprovechar las fortalezas y oportunidades que nos ofrece nuestro terruño: Su posición estrátegica, sus numerosos recursos naturales, y su gente emprendedora y laboriosa.